- El escenario es el mismo en cualquier parte del mundo; láseres multicolores, música electrónica, luces que estalla en los ojos y los cerebros de jóvenes entre 18 (donde hay controles) y 25 años, que pasan horas, a veces días, escuchando e ínter-actuando alrededor de los ¨autores¨de la llamada música electrónica.
- En la República Dominicana se denomina Barabarella, un festival de una noche, donde se ofrece, según la nota de prensa de sus organizadores: ¨fuegos artificiales, pantallas led, diseño de imágenes de punta, sonido a la altura de la fiesta y un gran montaje.
- Lo que falta en el anuncio del espectáculo patrocinado por una cerveza presidente que tiene como sobrenombre black (negra), oh coincidencias de la vida, es que este escenario es probablemente, como ocurre en otras ciudades, en la mayor mercado de metanfetaminas y todo tipo de drogas de diseño, las cuáles son parte de la cultura en este tipo de fiesta.
- Imagínense, quien soportaría una presentación de mas de doce horas consecutivas de duración, sin algún tipo de estimulante que, como son las llamadas drogas sintéticas, producen un estado de euforia y sensación de bienestar, que es lo que permite a una persona estar de pie rodeada de extraños por tanto tiempo y sin caer presa del cansancio al suelo.
- Las metanfetaminas, también conocida como ¨speed, ¨crystal¨, ¨meth¨, ¨chalk¨, ¨hielo¨ y algunas otras palabras de la jerga vinculada al trafico y consumo de drogas, son sustancias estimulantes del sistema nervioso central, con un gran poder adictivo, que son ofrecidas, cuestionamos a algunos jóvenes que asistieron al concierto, de forma libre en actividades como Barbarella.
- Esta sustancia aumenta la energía, disminuye el apetito, hace desaparecer el sueño como por arte de magia, produce una sensación de bienestarPASAJERO, que la hace muy peligrosa porque dispara los estimulantes cerebrales que, como la serotonina y la noradernalina, convierte a una persona en otra totalmente diferente en cuando a su nivel afectivo y capacidad de socializar en el tiempo que duran sus efectos.
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- Esta es la mas popular de las llamadas ¨drogas de diseño¨, que no es mas que la mezcla de sustancias químicas que alteran el estado de la conciencia de los seres humanos, en esto compiten con las llamadas drogas de origen natural, como la cocaína, el opio o la marihuana, pero por las amplias posibilidades de experimentación de sustancias sintéticas, es el negocio de estupefacientes mas difícil de combatir.
Para tener una idea de lo complicado que es el tema, en un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, se habla de que en el año 2009 de habían identificado 126 tipos diferentes de droga sintéticas, para el año 2014 esto había subido a 430 variedades y el año pasado la cifra fue de 541 formas de mezcla de diferentes sustancias sicoactivas.
Ese mismo informe de la ONU, indica que las metanfetaminas son las drogas mas populares de este grupo, aumentó su uso un 158% en solo un año, mientras el extasis disminuyó su consumo, porque fue sustituido por otras drogas y otras sustancias fruto de la imaginación de los químicos de todo el mundo que se dedican a este delito.
El uso de las drogas sintéticas, se vincula directamente al nacimiento y popularidad de las llamadas fiestas ¨rave¨, que son las que, como la celebrada el miércoles en el Estadio Quisqueya, se prolongan durante horas y hasta días, ya que provocan un estado energético en los individuos que las consumen, que les permiten bailar largas horas sin cansarse.
Como los efectos secundarios incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, sequedad de la boca, deshidratación, aumento de la tensión arterial, sudoración y otros efectos relacionados con cambios en el manejo de los líquidos en el organismo, los que usan estas drogas tienen la necesidad de hidratarse, por lo que cuando termina uno de estos conciertos, usted puede ver las montañas de botellas plásticas de agua que quedan como testimonio de lo que ocurrió en el lugar.
Todo lo que decimos aquí es mas una advertencia de salud publica y familiar, que un llamado a la represión, porque eso es otro tema.
En este tipo de fiestas, es imposible ya impedir el acceso de los jóvenes y la venta de drogas sintéticas, lo que si debe ser una política de salud, es informar a quienes asisten a este tipo de evento, a través de folletos informativos, que pueden y deben ser también entregados y discutidos en las escuelas, sobre los efectos de estas sustancias y los peligros para la salud que podrían padecer quienes las consumen.
Los padres y los maestros, deben estar vigilantes ante las señales de alarma que identifican a quienes pasan del consumo en estas fiestas, hacia una adicción que podría convertir a estos muchachos en un grave problema para ellos mismos, sus familias y pudiera llevarlos a una muerte prematura.
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